Las mujeres, durante el embarazo, desarrollamos un gen de mala leche que nos hace estar insoportables. Recuerdo que, antes de quedarme embarazada era una persona bastante pacífica, no tenía ganas de meterme en líos y me consideraba una persona bastante tranquila.
Pues bien, todo eso cambio a raíz de mi embarazo. No entiendo muy bien el porqué, supongo que por las hormonas, pero es totalmente cierto que lo desarrollamos.
¿Cuando me dí cuenta?. Como ya dije en la primera entrada, soy maestra de primaria de niños de sexto. No suelo perder los papeles con ellos, pues son niños adorables y nunca me han hecho gritar ni nada parecido. Un par de semanas antes de coger la baja (sobre la semana 20 o así), estábamos haciendo un taller de plástica que consistía en pintar una cartulina blanca de diferentes colores (entera) y cuando ya estaba pintada, pintarla de negro y con un palillo hacer dibujos (el resultado es que queda la cartulina negra y el dibujo con lineas de distintos colores). Uno de mis alumnos, uno muy tranquilito y paciente, me pregunto "Señorita Irene, ¿cómo he de pintar la cartulina, con que colores?" No dijo nada más que eso el pobre niño y yo histérica perdida porque el niño no había escuchado mi explicación lo castigué cuál Hitler en un campo de concentración.
Hoy me ha vuelto a pasar. Me he convertido en la descendiente directa de Hitler y me he puesto a despotricarle, por una tontería mínima que había hecho y yo, quedándome tan ancha, me he ido a dormir la siesta y él, pobrecito mío, se ha quedado medio en shock.
Consejo a las futuras mamás: ¡¡¡¡Más paciencia!!!! No somos el centro del mundo y no nos podemos permitir estar todo el día "bordes".
